Una de las características de la
información que circula por la WWW es su dinamismo; es decir, a diferencia de
los libros y revistas, el contenido que existe en la web puede ser modificado o
desaparecer. Ninguna normativa obliga a los administradores de los sitios a
conservar copia de loque históricamente han difundido. Esto puede ser
problemático porque en ocasiones se hace necesario demostrar que determinados
contenidos se encontraban “publicados” en determinados momentos y de
determinada forma (problema que puede presentarse a investigadores,
historiadores, estudiantes, periodistas, incluso abogados y policías).
Existe un sitio que ha sido llamado “el
archivo de Internet” (nombre oficial: Wayback
Machine), que ofrece la posibilidad de “ir al pasado” y revisitar los
contenidos que han sido eliminado o modificados de la red.
Wayback
Machineconserva el
historial de 412 billones de páginas web indexadas y disponibles sin costo
alguno para cualquiera que desee consultarlo. Su sustento económico depende de
las donaciones voluntarias de usuarios y organizaciones que se interesan en
mantener a este sitio que se auto define como una “librería de sitios de
Internet” y cuya misión es “conservar el conocimiento para futuras
generaciones”.
El enlace para acceder a Wayback Machine es https://archive.org.Una vez cargada la portada, que está en inglés,
aparece un campo de entrada en el cual se coloca el link de la página que se
desea consultar. Si se encuentra archivada emergerá un menú con formato de
calendario donde aparecen marcadas las fechas en la cual esapáginafue modificada,
y si se hace clic en una de esas fechas, el sistema te mostrará lo que esa páginaconteníapara
entonces… ¡Toda una máquina del tiempo!
A diferencia de la “caché” de Google, una
facilidad que ofrece el espectacular buscador que permite revisar el contenido
de alguna web que ya no está en línea, “Wayback
Machine” permite revisar toda la evolución de esas páginas en el tiempo.
¿La desventaja? No necesariamente sale el
material multimedia que originalmente aparece en las páginas, bueno nada es
perfecto.
Escrito por Rafael García Marval